Otra vez Rubén Forestello habló delante del plantel antes de comenzar el entrenamiento, en el que motivó a sus dirigidos para que no bajen los brazos: «Dependemos de nosotros mismos», expresó.
Por Gabriel Obelar
Y una vez más, Rubén Darío Forestello tomó la palabra, está vez en el campo de juego, no el vestuario cómo la vez anterior. Ante un clima raro en la previa al entrenamiento, lleno de «impotencia», cómo expresó Bértoli, el DT no dejó pasar la oportunidad para intentar, mediante la palabra, levantar a sus dirigidos.
El golpe del domingo fue fuerte para el plantel, que sumó, pero no de a tres, cómo pudo hacerlo. Ante caras largas y mucha charla, el técnico los juntó a todos, se alejó un poco del sector de la prensa y empezó a motivar a sus dirigidos.
«No es un presente fácil, pero hay que perseverar y no bajar los brazos», inició el técnico con todos, salvo los utileros, observandoló. «No hay tiempo para amargarse, tenemos que seguir trabajando para seguir adelante. Estamos sólos, dependemos de nosotros», remarcó RDF.
Se perdió el tono en más de un momento, el ruido de las pelotas de las categorías inferiores, más las indicaciones y gritos, prohibió continuar con las palabras del Yagui que luego volvieron aparecer: «No está todo perdido, seguimos sumando. Hay que seguir, dependemos de nosotros mismos», insistió una vez más. «Estamos atravesando esos momentos en los que no sale nada o cuando sale, pasan situaciones cómo ayer. Nos quedan seis finales y las tenemos que ganar», alentó el técnico.
«Tenemos que cumplir el objetivo. Dependemos de nosotros».
Que a continuación pidió tranquilidad y orden, para el trabajar en la semana y pensar en Belgrano. Pero no terminó ahí, sino que a lo largo de la práctica no paró de alentar y pedir más a sus dirigidos, que deben transformar esa bronca, en positivo, para salir el sábado a intentar ganar y seguir sumando para lograr con el objetivo.
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