Ricardo Pancaldo fue destituido de su cargo en la dirección técnica de Paraná. El santafesino, al igual que en su primer ciclo, no pudo plasmar su idea en el plantel y dejó al decano en zona de descenso directo.
La goleada por 5-0 ante Sportivo Las Parejas fue la gota que rebalsó el vaso a tan solo dos meses de asumir en reemplazo de Fernando Benítez.
Pancaldo tuvo un récord negativo en su segundo ciclo: dirigió 8 partidos, 2 derrotas, 5 empates y tan solo una victoria, dando un total de 33,3% de efectividad. Le anotaron 13 goles y tuvo 8 a favor.
De local en total fue: 2 empates, una derrota y su única victoria. El 1-0 frente a Sportivo Las Parejas por la primera ronda preliminar de la Copa Argentina.
El gran objetivo del semestre para el gato es mantener la categoría, el cual no se está cumpliendo, ya que Paraná está último en la tabla general con 19 puntos. Douglas Haig es el equipo más inmediatamente ubicado con 21, a dos unidades del gato que todavía tiene chances con cinco fechas (cuatro partidos) por delante.
Sin embargo, el gran motivo de murmullo del hincha rojiblanco hacia el técnico era el bajo nivel mostrado en la cancha y la incipiente presencia del fantasma del primer ciclo al mando del santafesino.
En aquella oportunidad, el decano peleaba por quedarse en la B Nacional. Pancaldo renunció luego de una derrota frente a Villa Dálmine (también a dos meses de asumir su cargo) a falta de 9 partidos para finalizar el torneo, dejando al equipo último en la tabla y con pocas chances de mantener la categoría. De hecho, no lo hizo.
En total fueron 11 partidos al frente del Gato: 8 derrotas, dos empates y, de nuevo, tan sólo una victoria (1-0 frente a Douglas Haig) dejando un 15% de efectividad.
“Nunca hubo una muerte más anunciada…” decía en su novela del 1981 el escritor colombiano Gabriel García Márquez, y en esta ocasión no fue la excepción.
Al igual que su primer ciclo, Ricardo Pancaldo dejó gusto a poco y nunca pudo hacer jugar bien a su equipo. Nunca pudo cambiar los murmullos por aplausos y la derrota en Las Parejas terminó de sentenciar aquello que muchos esperaban.
Por Nicolás Pross.